14 de octubre de 2007

El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germende la pérdida,
pero perderlas no es un desastre. Pierde algo cada día.
Acepta la inquietud de perderlas llaves de las puertas,
la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil. Después intenta perder lejana,
rápidamente:lugares, y nombres,
y la escala siguientede tu viaje.
Nada de eso será un desastre. Perdí el reloj de mi madre.
¡Y mira! desaparecieronla última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil. Perdí dos ciudades entrañables.
Y un inmensoreino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre. Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gestoque amo) me podré engañar.
Es evidenteque el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.

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